23 nov 2012

Small-Ball is back (y sucedáneos), Parte I.


Twitter: @Gk_8 . Publicado en el blog "Always on Time".

El concepto de Small-Ball, en baloncesto, se refiere a un estilo de juego que se caracteriza por la ausencia de un juego interior “real”, con un quinteto más bajito de lo habitual y que, en definitiva, juegan a correr. Para mí, Small-Ball es Don Nelson en su estado más puro con sus Golden State Warriors. Pero en la NBA ha habido, hay y, bajo mi punto de vista, habrá muchos más equipos que se acerquen a este modelo de juego: sucedáneos, al fin y al cabo.
Empecemos por el principio, las características principales del Small-Ball: 


1. Verticalidad y gran movilidad: El balón va siempre hacia delante. Se corre, con y sin el balón, y en todas las posiciones. Los jugadores de equipos que jueguen con este estilo deben ser rápidos, ya que han de suplir (y superar) a jugadores más altos valiéndose de su velocidad y su manejo del balón, sacarlos de posiciones interiores en las que se sientan más cómodos defendiendo.

2. Altísimo ritmo de juego: Uno de los objetivos de este estilo de juego es estar corriendo cuanto más tiempo mejor, e imponer este ritmo al rival. Equipos que jueguen así sufrirán en ataques estáticos en ambos lados de la cancha: en ataque no consiguen imponer la ventaja de la velocidad y en defensa están vendidos abajo. Eso sí, cuando consiguen imponer este ritmo a equipos más lentos u organizados en ataque, de los que disfrutan (y hacen disfrutar) atacando en estático, el resultado puede ser devastador. Y los rivales no pueden estar más perdidos. 

3. Defensa presionante de las líneas exteriores: Aunque este estilo se caracteriza por la gran cantidad de puntos que genera (en ambos lados de la cancha) no quiere decir que la defensa se deje totalmente de lado. Las líneas exteriores de estos equipos realizan una presión que genera bastantes pérdidas de balón. El objetivo de esto es bastante claro: impedir que el balón llegue al interior de la zona como sea, donde el pívot del otro equipo puede (o debería poder) abusar del ‘falso pívot’ que le defiende. 

4. Contraataque: La máxima de este estilo, conseguir muchos puntos a partir de un robo de balón. Consecuencia directa de las tres anteriores.

5. Ausencia de referencias interiores: Tanto en ataque como en defensa. El supuesto pívot suele ser un 4-abierto que aprovecha su velocidad y su tiro exterior para superar a rivales más grandes. 

6. Anotación exterior: La inmensa mayoría de los puntos vienen de posiciones exteriores, y la mayoría de los jugadores del quinteto (si no todos) deben ser capaces de anotar desde más allá de la línea de 3. Esto es una consecuencia de la anterior, ya que sin referentes interiores es difícil conseguir puntos por movimientos al poste.

A grandes rasgos, esto es el Small-Ball. Y resumiendo: un quinteto de jugadores más bajitos y rápidos que el rival que están corriendo constantemente, que fuerzan constantemente al rival a perder balones para tener aún más opciones de ataque (generando más y más puntos) gracias a los contraataques y que sacan a los interiores a posiciones donde no defiendan tan cómodamente como en el poste. Todo esto a un ritmo frenético para agotar al pívot rival, la gran ventaja del contrario.

Continuará... 

Gorka Madariaga.

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