Twitter: @takeiteasssssy
Los Mavericks han
renovado su vestuario este verano, aunque no de la forma que Mark Cuban
había dejado entrever y que tanta ilusión había despertado entre sus
seguidores. Deron Williams decidió continuar en los Nets, y en su lugar
llegó Darren Collison, un base de clase media, y Dwight Howard, el mejor
pívot de la NBA, recaló en los Lakers, y Dallas tuvo que contentarse
con Chris Kaman. Salta a la vista que el mercado no resultó tan
fructífero como se preveía, y si a los sonados fracasos al contratar a
dos all stars se le suma la marcha de Jason Kidd a New York, se podría
decir que Dallas no salió bien parado de la postemporada.
Pero no
todo son malas noticias para los Mavs. Como dice el refrán, “no hay mal
que por bien no venga”, y al no poder contratar a Howard ni a Williams,
Cuban decidió apostar fuerte por uno de los mejores sextos hombres de
la NBA, el escolta O.J. Mayo. Anotador puro, buen defensor, excelente
tirador y, lo más importante, un jugador con ganas y calidad para
adquirir más protagonismo en un equipo de la NBA. Caso similar al de
James Harden, aunque con menos hype (tal vez si se dejara crecer la
barba…).
En los primeros partidos de esta temporada, con el
aliciente de la lesión de la incuestionable estrella del equipo tejano,
Dirk Nowitzki, Mayo ha adoptado el papel de líder ofensivo de los
Mavericks, secundado de forma irregular por Vince Carter y Chris Kaman.
Dice mucho de Mayo que esté siendo capaz de promediar más de 20 puntos
en 34 minutos, con buenos porcentajes de tiro, y no se puede negar que
el principal responsable de que Dallas haya ganado 6 de los 11 partidos
que ha jugado hasta ahora es él.
Sin contar con los lesionados,
Dallas es ahora un equipo extraño: Collison es un base rápido y
atlético, con buen tiro exterior, pero con errores flagrantes en la toma
de decisiones en momentos importantes del partido; Marion sigue siendo
un jugador muy difícil de ver, con una aportación pobrísima en ataque
que ya no queda compensada por su derroche defensivo y reboteador; Elton
Brand parece haber olvidado que hace un par de temporadas promediaba
casi 20 puntos y 10 rebotes por partido; Kaman es capaz de meter 20
puntos, pero también de no promediar más de 6 rebotes. Las notas
positivas las ponen Vince Carter, que ha empezado a un muy buen nivel
(12 ppp) desde el banquillo, y Brandan Wright (9 ppp y 4 rpp), que
merece más minutos de los que Carlisle le da.
Pero cada vez queda
menos para que vuelva Nowitzki. Y entonces, ¿qué? Hay quien dice que la
pérdida de protagonismo afectará negativamente a Mayo, pero mi opinión
es que con una referencia ofensiva tan fuerte como el alemán, O.J.
encontrará más tiros fáciles y no sentirá la presión que conlleva la
responsabilidad de ser la cabeza atacante de los Mavs. No hay que
olvidar que Dirk tiene un año más, y que, aunque esté afiliado al club
de los Forever Young junto a Duncan, Bryant y algún otro, no sería de
extrañar que reduzca su aportación anotadora, especialmente los primeros
partidos.
En definitiva, los Mavs deben seguir agarrados al
clavo ardiente que es Mayo mientras Nowitzki se recupera. Cuando el
alemán vuelva, ambos deberán aprender a compartir el protagonismo
ofensivo, y si a ello se le suma una buena progresión de Collison, la
recuperación (aunque sea parcial) de Marion y buenos minutos desde el
banquillo de Carter y Brand, los
Mavericks no deberían tener problemas para llegar a playoffs y dar guerra a quien se le ponga por delante.
Adrián Pérez